Normalmente, en el sistema educativo recibimos CERO atención personalizada que nos enseñe a «conocernos». Lo más parecido es una sesión de terapia años después para tratar de entender por qué somos infelices o un programa de coaching para adultos cuyo objetivo es ayudarnos a entender QUIÉNES somos en verdad.
Uno de los mayores escollos y motivos de ansiedad del mundo desarrollado es no tener un objetivo: ver pasar el tiempo sin saber por dónde tirar. Como sociedad, es una irresponsabilidad enorme ignorar este problema, que es, sin duda, evitable. Todas las personas vienen con una brújula de serie, pero casi ninguna sabe usarla.
